¿Puedo heredar la enfermedad?

Es poco probable. Sólo en algunas familias existe una cierta predisposición para padecer determinados tipos de cáncer (suponen un 5-10% del total de cánceres).

¿Tendré dolor?

Posiblemente, no. El cáncer no tiene por qué doler. La aparición de dolor depende de la zona en que se localiza el tumor. Pero, en cualquier caso, existe gran cantidad de opciones de tratamiento contra el dolor que controlan, en un porcentaje muy elevado de los casos, las molestias del paciente.

¿Tendré que estar ingresado?

En algunas ocasiones. A veces, cuando se inicia un tratamiento para el cáncer, el paciente ha de ser ingresado durante un tiempo, generalmente para controlar más fácilmente los efectos secundarios de la terapia.

¿Tendré que dejar de trabajar?

Depende de cada persona. En ocasiones, la enfermedad o los tratamientos hacen que la persona tenga algún grado de deterioro físico, y necesite, temporalmente, más reposo y descanso. Sin embargo, la mayoría de las personas pueden seguir realizando las actividades diarias habituales y, dependiendo del tipo de trabajo, no necesitan abandonarlo.

¿Si tengo pocos efectos secundarios es porque el tratamiento no es eficaz?

No tiene nada que ver. Los efectos secundarios del tratamiento no se relacionan con la eficacia del mismo, dependen del tipo y dosis de la terapia y de la sensibilidad del paciente. Es decir, que el hecho de no presentar síntomas no significa que la terapia no esté siendo efectiva.

¿Cómo puedo saber si el tratamiento funciona?

Tus médicos te lo indicarán. Para conocer cómo responde un cáncer al tratamiento, es preciso realizar una serie de pruebas que permitan valorar al médico la evolución del mismo. Sólo después de dicho estudio se podrá conocer si el tratamiento ha sido eficaz.
El médico indicará qué pruebas son necesarias y cuándo es el momento más indicado para su realización.

¿Puedo comer y beber normalmente?

En la mayoría de las ocasiones no es preciso modificar la dieta. En general, es recomendable realizar una alimentación equilibrada y saludable (como cualquier persona no enferma). Un buen estado de nutrición permite tolerar mejor las terapias.
Con algunos tumores y/o tratamientos es necesario modificar, temporalmente, la dieta para minimizar o hacer desaparecer algún síntoma molesto. Una vez que dicho síntoma desaparece, se puede reinstaurar, poco a poco, la dieta habitual. En estos casos, el médico te proporcionará recomendaciones y consejos sobre la dieta para realizarla de la mejor forma.

¿Puedo tomar remedios naturales?

No, no es aconsejable. La creencia de que existen remedios naturales que puedan ayudar al paciente a curarse de su enfermedad y que son inofensivos está muy extendida. Sin embargo, dicha afirmación no es correcta. Generalmente, no existen estudios científicos serios sobre estos remedios o tratamientos alternativos que evidencien su eficacia contra el cáncer.  Es muy importante no llevar a cabo ningún tipo de medida o terapia alternativa desconocida sin consultarlo previamente con tu equipo médico. Puede ser perjudicial o interferir con la terapia o los resultados de las pruebas.

¿Cómo sé si la enfermedad ha desaparecido?

Tus médicos te lo dirán. Una vez finalizado el tratamiento del cáncer, es preciso llevar a cabo una serie de revisiones periódicas para controlar los efectos secundarios y la evolución de la enfermedad.
Para determinar si el tumor ha desaparecido es preciso realizar una serie de pruebas, indicadas por el médico, que permitan valorar la respuesta de los tratamientos.

¿Es un diagnóstico de cáncer es sinónimo de muerte irremediable e insufrible?

No. Hoy en día, este mito debe ser desterrado de una sociedad como la nuestra. No sólo porque cada vez se consigue la curación de una mayor proporción de casos de cáncer, sino porque en un número importante de casos sus síntomas pueden ser controlados de forma adecuada.
Más de la mitad de las personas con cáncer se curan y, en otro porcentaje importante, el cáncer se convierte en una enfermedad crónica en la que los pacientes poseen una buena calidad de vida.

¿Si no se puede operar es que no tiene cura?

No. Hay cánceres que se pueden controlar o superar aunque la cirugía no sea posible, como es el caso de las leucemias, que afectan a las células de la sangre. En la actualidad existen tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia que pueden ser el tratamiento más indicado para controlar un tipo de tumor concreto. Ningún tratamiento por sí mismo es más curativo que otro, sino que dependerá del tipo de tumor y su localización, es decir, para cada caso de cáncer existe un tratamiento concreto.

¿Si me dan morfina es porque voy a morir dentro de poco?

No. La morfina es un fármaco muy eficaz contra el dolor, que se debe utilizar en el caso de que este no ceda con otros medicamentos. Por tanto, no sólo debe administrarse en los últimos momentos de la enfermedad, sino siempre que se precise para mejorar la calidad de vida del enfermo.

Fuente: Asociación Española Contra el Cáncer

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