AYAC presenta su guía para cuidadores de pacientes oncológicos

En la tarde de ayer AYAC presentó en un acto público la nueva guía propia que han elaborado, ‘Cuidando al cuidador’, que en esta ocasión, está dedicada a los familiares y cuidadores/as de pacientes de cáncer. El acto, además, contó con la participación de Antonio Ortiz Carpena y Ana Belén Ortiz Chinchilla, que compartieron con nosotros su valiosa experiencia como cuidador y paciente, respectivamente.

Cuidar de una persona cuando ésta está enferma de cáncer, no es una tarea fácil y puede suponer un gran reto. Si a esto le añadimos que esta persona es un familiar, un ser querido, a nivel emocional todo se puede complicar más. Muchas veces, la enfermedad ocupa tanto espacio que no queda apenas hueco para el propio malestar de los cuidadores o para el autocuidado personal.

El cuidador tiene ante sí un gran desafío, ya que tiene que proveer de cuidados y atención, proporcionar compañía, ánimos y tomar decisiones, además de continuar y equilibrar con otras responsabilidades, tareas y roles presentes antes y ahora en su vida. Todo ello está enmarcado en un proceso que suele ser largo y complejo.

Si tu familiar tiene cáncer o si cuidas de una persona que ha sido diagnosticada de una enfermedad oncológica, esta guía te puede ayudar. Además, en AYAC te podemos acompañar a ti también, porque somos conscientes de lo importante y necesario que eres en el proceso oncológico de tu ser querido. Eres una parte fundamental en la atención que necesita la persona con cáncer y, además, sabemos cómo todo esto te puede llegar a afectar.

Para descargar la guía, únicamente hay que pinchar aquí.

Grupo de terapia y apoyo a familiares y cuidadores de personas con cáncer

Cuidar es una difícil tarea ante la enfermedad de un familiar. Muchas veces, la enfermedad ocupa tanto espacio que no queda apenas hueco para el propio malestar que presentan los cuidadores o familiares.

El cáncer supone un impacto para la persona que lo padece, y también para el entorno cercano del mismo, los familiares, cuidadores y amigos. Y tiene consecuencias psicosociales tanto para uno como para los otros.

Poco a poco se va asumiendo que el paciente de cáncer puede beneficiarse favorablemente de recibir ayuda psicológica, concretamente, psicooncológica. Pero, ¿quién cuida del cuidador? ¿Qué ocurre con el familiar cuidador? Para el entorno familiar, esta cuestión queda, en ocasiones, más lejana.

La familia y los seres queridos del paciente de cáncer pueden tener afectadas parcelas de su vida cuando una enfermedad oncológica aparece, como:

  • Funcionamiento familiar:

Cuando sobreviene un cáncer, todo cambia en la familia, al menos, durante un periodo de tiempo. Los roles familiares desempeñados pueden verse modificados incluso, alterados. Hay que hacer frente a tareas distintas a las que normalmente se desempeñan.

  • Aspectos sociales:

Se puede dar aislamiento social, tanto en pacientes como en las familias. Todavía a día de hoy, muchas personas no saben cómo actuar frente a un familiar o un amigo que tenga cáncer.

  • Comunicación intrafamiliar:

Este es un gran tema a tratar y trabajar, ya que puede verse muy afectada y establecer distancias emocionales e incomprensión entre los miembros de la familia que dificultan el afrontamiento del proceso oncológico.

  • Aspectos socioeconómicos y laborales:

Unos de los riesgos de padecer cáncer son las consecuencias laborales que puedan derivarse de ello. En ocasiones, los familiares tienen ausencias del trabajo por atender las necesidades del familiar, acompañamientos en hospital y a citas médicas. Incluso, se puede llegar a dejar el trabajo.

  • Cuidado personal:

Cuando el ser querido está enfermo, esto es la prioridad a ser atendida, quedando el autocuidado personal del familiar relegado o incluso totalmente abandonado. No solo se hace referencia al autocuidado físico sino, también, al autocuidado emocional y psicológico que se ve comprometido y afectado.

Por todo lo anterior, nace la idea de la necesidad de un grupo terapéutico de soporte emocional para familiares y cuidadores de enfermos de cáncer. Como ayuda para sentirse comprendidos y no sentirse solos ni aislados. Como apoyo y complemento a la terapia individual que se viene realizando con familiares desde los inicios de la asociación.

Al igual que los pacientes de cáncer expresan, en muchas ocasiones, que quienes más los entienden son las personas que han pasado por la misma experiencia, que han padecido un cáncer, podemos afirmar que para los familiares se puede aplicar la misma afirmación. Unirse a otros que viven y experimentan situaciones similares, hace que se identifiquen unos con otros, y se sientan mejor.

Desde AYAC queremos ofrecer la posibilidad de formar un grupo de terapia para familiares y cuidadores de personas que tienen o han tenido cáncer.

Consideramos firmemente que son personas a quienes el cáncer también les afecta de manera indirecta, y por tanto, necesitan ayuda, apoyo, asesoramiento y un espacio de desahogo. Son muchas las situaciones en las que un familiar-cuidador puede necesitar ayuda.

Si tu familiar acaba de recibir un diagnóstico de cáncer, si padece cáncer o si lo ha padecido, si no sabes cómo tratar a tu ser querido, si tienes dificultades en la comunicación, si sientes que la situación te supera o te sientes estresado y/o solo, en AYAC queremos estar contigo.

AYAC ofrece ayuda a las personas que proveen de cuidados al paciente con cáncer. Ayudarles, es ayudar a su vez a la persona enferma. Es mejorar el entorno familiar.

Si eres familiar y/o cuidador y te gustaría formar parte de un grupo de personas en situación similar a la tuya, ponte en contacto con nosotros en el teléfono 693 065 668 o en el correo electrónico ayac@ayac.es

Consejos para evitar la fatiga pandémica causada por el COVID-19

La OMS ha dado nombre a esa sensación de agotamiento mental, apatía, desmotivación que podemos sufrir las personas. Se caracteriza por una sensación de indefensión o preocupación, tristeza, irritabilidad, que puede generar también dificultades en el sueño, falta de apetito y dificultad para concentrarse.

Este estado de ánimo viene derivado del impacto del coronavirus en nuestra vida, por meses y meses de noticias negativas, por el miedo al contagio y la ansiedad que ello nos produce.

Por la carencia de contacto social con nuestro entorno y con seres queridos, por ese profundo anhelo de conectar con la gente y por la incertidumbre de una situación que está siendo muy cambiante.

Por hacer cosas que no nos gustan y porque hemos dejado de hacer cosas que sí nos gustan. Todo esto supone un perjuicio para nuestra salud mental. Nos hace preguntarnos una y otra vez ¿cuándo se va a acabar esto?

Consejos para evitar la fatiga pandémica

CUIDA TU CUERPO

  • Haz ejercicio diario.
  • Come sano.
  • Mantén rutina de sueño saludable.

 

REDUCE TU ESTRÉS

  • Haz ejercicios de respiración y relajación.
  • Da paseos por el campo.
  • Lee.

 

MANTEN TU ATENCIÓN EN EL PRESENTE

  • Estate en el aquí y el ahora, evita las anticipaciones de futuro, eso genera mucha ansiedad.
  • Valora los momentos que vives.

 

LIMITA TU CONSUMO DE NOTICIAS NEGATIVAS

  • Si ves muchas noticias, te cargas de emociones negativas y resta tu energía.

 

CONECTA CON LOS DEMÁS

  • Socializa, con todas las precauciones, limitando los contactos físicos.
  • Haz llamadas telefónicas, videoconferencias, escribe.

 

ACEPTA TUS EMOCIONES

  • Expresa lo que sientes y cómo te sientes, reprimir o ignorar los sentimientos no los hace desaparecer.

 

AGRADECE Y HÁBLATE DE MANERA POSITIVA

  • Lo que tienes y lo que sí puedes hacer.

 

GUARDA UN MOMENTO DEL DÍA

  • Para hacer algo que te guste y te haga sentir bien.

 

ACUDE A UN PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA

  • Si ves que estás desbordado por la situación, te ayudará. El consumo de psicofármacos, pastillas, no te enseñará a pensar o a actuar mejor.

El gran peligro de la fatiga pandémica es que una población fatigada es más propensa a bajar la guardia y descuidarse, por lo tanto, cuidémonos siguiendo estas recomendaciones.

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