¿Es de color rosa el cáncer de mama?
Y, de repente, el cáncer llega sin avisar. Y lo altera todo, al menos por un tiempo. El camino que se abre tras un diagnóstico no es de color rosa, quedando alejada esa imagen que se nos transmite todos los meses de octubre.
El cáncer es de muchos colores y de distintas tonalidades, existiendo diferentes tipos de cáncer de mama que se viven de manera diversa según la etapa de la vida de la persona. Muchas mujeres padecen y otras muchas serán diagnosticadas de este tipo de cáncer, sin olvidarnos que también puede afectar a los hombres.
Hay una realidad, que es el peaje que se paga al recibir tratamientos oncológicos, a veces, complicados y con efectos duraderos; en otras ocasiones, pueden ser más llevaderos. Sea como sea, no hay que pasar por el cáncer de cualquier manera y a cualquier precio, hay que recorrer esa travesía con los recursos y las ayudas necesarias que permitan afrontarlo de la manera más adaptativa y esperanzadora posible.
Se puede ser más que un paciente de cáncer y se puede ser la persona que queremos ser con las circunstancias que estemos viviendo en cada momento, sembrando semillas de esperanza que sean el motor cuando las situaciones se tornan más complejas.
No nos podemos olvidar de que continúa siendo necesario hablar abiertamente del cáncer para distanciarnos del todavía estigma social que existe orbitando en torno a él. Hay que comenzar a relacionar la palabra cáncer con tratamientos.
Hay que ir más allá del lazo rosa, no sólo ha de ser una acción solidaria y, sobre todo, que no se haga una mercantilización del lazo en las campañas contra la enfermedad. Debemos ir más lejos, estar bien informados y concienciados, tenemos que promover la educación en salud. Debemos hacernos responsables de aquello en lo que podemos influir para estar mejor, más sanos, ser activos en el hacer y actuar para cambiar estilos de vida.
Que el lazo rosa sirva para visibilizar la importancia de la prevención y de la detección a tiempo de las enfermedades para así tener buenos pronósticos.
Que el lazo rosa sirva para tener más presente a las personas afectadas por el cáncer, para entenderlas y ayudarlas en las necesidades que presenten en todas las esferas de la vida, ya sea personal o laboral.
Que el lazo rosa se transforme en más investigación para conseguir mejores tratamientos y pruebas más avanzadas en beneficio de todos.
Ojalá que el lazo rosa sirva para tener presente el cáncer no solo el mes de octubre, sino, todos los meses, semanas y días del año.
Mª Carmen Rodríguez, psicooncóloga de AYAC