Anoche, martes 5 de julio, la Asociación para la Mejora de la Asistencia Sanitaria en el Altiplano (AMAS) organizó una mesa redonda con el respaldo y el apoyo de 15 asociaciones de salud locales para informar a la ciudadanía de la situación crítica que vive en la actualidad la sanidad pública en el Altiplano.
Con respecto a las especialidades, en el hospital Virgen del Castillo faltan actualmente un 20% de especialistas, y el 53% de los médicos considera que la plantilla es insuficiente. Las consecuencias de esto son las siguientes:
- Aumento listas de espera, agendas cerradas.
- Aumento de viajes a Murcia que conllevan:
i. Coste económico.
ii. Absentismo laboral.
iii. Dificultad de conciliación familiar.
iv. Dificultad para viajar en pacientes de riesgo (ancianos, crónicos etc…). - Retrasos en los diagnósticos.
- Aumento de las horas de espera en Urgencias.
Además, este cambio continuo de médicos hace que no pueda haber una continuidad en la asistencia al paciente, no ayuda ni al médico ni al paciente. Entre otras cosas escuchamos, las doctoras Mª Angeles Gómez y Verónica Maqueda expusieron lo siguiente:
- «Antes teníamos tres neurólogos. No fueron bien tratados y se marcharon. Ahora tenemos cero. Los casos graves se derivan, el resto no se valoran, quedan en lista de espera. Esto resulta muy inquietante».
- «En Otorrinolaringología antes contábamos con tres médicos, ahora con ninguno. Desde el Hospital Morales Meseguer se nos manda a uno cuatro veces a la semana. Cuando toca quirófano son dos los que vienen».
- «Radiología es un servicio clínico esencial, fundamental, que tiene que estar de forma presencial, junto al paciente. Aporta información para un diagnóstico a todos los clínicos, en Atención Primaria, Urgencias, Reanimación etc. Radiología prácticamente ha desaparecido, de seis plazas que teníamos solo queda uno. Los otros cinco están en el Hospital Morales Meseguer. Con el dinero del Altiplano, se han apropiado de nuestra plantilla. Esto es muy fuerte. Cada día viene un radiólogo, en horario de mañana, y no se cubren las guardias. Los pacientes tienen que irse al Morales, hacer cola, hasta que tengan un hueco. O a veces se le hace al paciente un TAC, se le irradia sin necesidad, por no tener en ese momento radiólogo».
- «En Urología tendrían que ser cinco, tenemos uno».
- «En Dermatología volvemos a tener a un especialista que viene dos días a la semana. Pero no es suficiente, están a media jornada, compartidos con el Hospital Morales Meseguer. No se atienden las consultas como se deberían cubrir. No pueden operar».
- «En Medicina Interna tenemos ocho. Pero los internistas están actuando como especialistas, y no tiene que ser así, porque ellos llegan hasta donde llegan. Ahora mismo están desbordados, hacen las interconsultas, cubren las guardias etc. Que el Consejero de Sanidad argumente que un internista sabe de todo, es muy fuerte».
- «De anestesistas tenemos siete plazas, seis cubiertas. Si de esos seis uno está de baja o surge una situación crítica no llegan para atender los quirófanos, la reanimación, la unidad del dolor. En esa situación no queda otra que cancelar intervenciones».
- «En Cirugía General de ocho plazas tenemos cubiertas siete. De momento no se quejan».
- «Psiquiatra no tenemos los fines de semana. Si os tiene que dar una crisis, que sea de lunes a viernes».
- «En Farmacia señalan que cada vez es más complicado coordinarse, porque los especialistas rotan mucho, vienen y se van en poco tiempo. Un especialista aplica una medicación, un tratamiento, y luego el que viene lo cambia todo».
- «Urgencias está siendo avasallada, se ven desbordados. Hay mucho que hablar al respecto. Muchos pacientes acuden a este servicio porque no son bien atendidos en Atención Primaria, ahora hablaremos de ello. Pero aprovecho para deciros que, por favor, antes de ir a Urgencias valoréis bien si realmente lo vuestro es o no una urgencia. Porque, vuestro tiempo de espera se puede alagar y, además, al saturar el servicio, puede repercutir muy negativamente en los casos que realmente sí son urgencias».
- «Respecto al resto de servicios de momento están razonablemente cubiertos, no hay potencial riesgo, no es crítica la situación como en los anteriores».
Con respecto a la Atención Primaria, faltan por cubrir el 18% de las plazas, y, además, no se cubren bajas ni vacaciones. Esto provoca que la atención esté totalmente desbordada.
«Los médicos están atendiendo a una media de 70 u 80 personas al día. Calculo que por paciente tienen como unos tres minutos. Ha disminuido la eficiencia y la eficacia, no les da tiempo real a hacer una buena exploración, a escuchar, a preguntar al paciente. Son consultas relámpago, que pueden dar pie a cometer errores, a pasar cosas por alto. No pueden atender debidamente a sus pacientes. En Atención Primaria no se cubren las bajas, ni las vacaciones. Las plantillas son insuficientes. El paciente se va al hospital, a Urgencias, porque no pueden aguantar tanta demora. La medicina que tenemos no se corresponde con la calidad que todos merecemos».
En Cuidados Paliativos, «tenemos un médico y una enfermera para cubrir el área del Altiplano. Saben lo que es. Es el apoyo, la supervisión, el acompañamiento que merece un paciente sin expectativa de mejora, en el último tramo de su vida. Para evitar el dolor, los trastornos emocionales, para preservar la dignidad y la calidad de vida. Se necesita gente entrenada y suficiente. Se necesitaría una unidad de corta estancia para evitar ingresos innecesarios. Fallecen personas sin que puedan recibir en su domicilio este servicio. Hay una falta de empatía brutal».
Por último, «el 40% de los profesionales llevan en situación de temporalidad más de 10 años. El 22% funciona con contrato temporales de 6 a 10 años. El 32% ocupan plazas desde hace más de 10 años. El 6% de los médicos contabilizan más de 20 años en esta situación laboral. Estos porcentajes de inestabilidad no facilitan la continuidad asistencia».
«Cuando nos reunimos con la consejería y gerencia del Servicio Murciano de Salud nos decían que la plantilla del hospital ha aumentado un 20% en los últimos diez años. Pero eso no nos vale porque también ha aumentado la población, han mejorado las terapias, ha avanzado la medicina, y eso requiere un aumento de profesionales. Ese 20% equivale a lo que ahora no tenemos cubierto. Pedimos lo que teníamos».
«Se han invertido este año 47 millones en el Altiplano, pero esa cifra global no nos dice nada. Se desconoce el destino de ese dinero. Nos argumentaron que los médicos no quieren venir aquí. Pero qué les ofrecen, cómo los tratan. No hay estabilidad en los contratos, ni igualdad en todas las áreas de salud. A algunos especialistas se les contrata mes a mes. Algunos han querido quedarse, querían trabajar en un hospital comarcal, pero así es imposible. No rotación de los MIR. Oposiciones con la relación de las plazas que se ofertan, número y lugar».
«Hablan de un modelo de cambio en el sistema sanitario, una sanidad más imaginativa. Que nos aclaren qué es eso. A qué se refieren o aplican esos cambios. A un diagnóstico precoz, pensando en pacientes y familiares, en la sostenibilidad, conciliación, nexo entre paciente y especialista, en empatía, en que el paciente tiene que estar en el centro. La sanidad tiene que girar en torno al paciente, no al revés, el paciente dando tumbos».
«Quieren la centralización en grandes hospitales. Diminución de la importancia de los hospitales comarcales. Diminución de la calidad de la asistencia al paciente y familiares en las zonas periféricas de la Región de Murcia. Despersonalización médico-paciente».
«En España no nos faltan médicos. Cada año salen 2.500 de las facultades, pero no se les dan opción a formarse, por eso nos faltan especialistas. La culpa es de muchos, y no ponen remedio».
«Las listas de espera crecen, y muchas veces el tiempo de espera no es realmente lo trascendente, el problema, lo preocupante, es que unos pacientes sí pueden esperar, pero otros no. Los retrasos en diagnósticos no son banales, pueden llegar a ser muy graves».
«Está aumentando considerablemente los desplazamientos de los pacientes a Murcia, para que les realicen una prueba. Un estudio que luego devuelven a nuestro hospital para que lo valore el especialista. Estas idas y venidas perjudican y alteran a los pacientes a nivel de absentismo laboral, conciliación familiar, coste económico. Y se complica todavía más cuando el paciente es un anciano o crónico».
«El paciente no es una moneda de cambio, que pasa de un médico a otro, de un hospital a otro. A esto añadimos tanto cambio de médico, de especialista. Te ve uno, y cuando vuelves a la consulta hay otro diferente. Esto ni ayuda al médico ni al paciente».
«Pedimos lo que teníamos, atención sanitaria de calidad en el Altiplano. Cubrir todas las plantillas con personal sanitario que trabaje al 100% en el Altiplano, con contratos dignos. Lo que se paga en el Altiplano, se queda en el Altiplano. Queremos lo que teníamos, lo que nos pertenece, lo que pagamos, a lo que tenemos derecho. No estamos pidiendo la luna».
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